Cristina Mas
Los ministros de Exteriores de Washington y de Moscú preparan el terreno en Arabia Saudí para el encuentro de Trump y Putin
Estados Unidos y Rusia se han sentado por primera vez desde hace tres años en una mesa de negociación este martes en Arabia Saudí. El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo estadounidense, Marco Rubio, han hablado de Ucrania –sin Ucrania y sin Europa– y han preparado el terreno para un futuro encuentro entre Donald Trump y Vladímir Putin, que debería dar el pistoletazo de salida de las negociaciones para un alto.
La reunión ha durado cuatro horas y media, y después Lavrov se ha mostrado optimista: "No sólo nos hemos escuchado, nos hemos escuchado". Estados Unidos y Rusia han acordado ampliar al personal de las embajadas para reactivar las relaciones bilaterales y continuar las conversaciones para allanar el camino para el encuentro Trump-Putin. Han decidido también abrir formalmente el proceso de consultas, que empezará cuando se anuncien los respectivos equipos negociadores.
Las conversaciones deben servir para llegar a un "final permanente de la guerra", y por tanto deben incluir los temas clave: las garantías de seguridad para Ucrania y la cuestión de los territorios bajo ocupación rusa. Pero lo más importante es que ahora Putin tiene una interlocución propia con Estados Unidos, y ha dejado de lado a Europa. Las potencias europeas han entrado en modo crisis al verse apartadas de las negociaciones de una guerra que amenaza su seguridad y su economía. Y Ucrania ha dicho que no reconocerá el resultado de unas conversaciones a las que no ha sido invitada.
Lavrov ha calificado las conversaciones de "constructivas" y ha dejado caer que se está explorando también el levantamiento de las sanciones del Kremlin. Ha ratificado que Rusia no aceptará el despliegue de tropas ni de la OTAN ni de la UE en Ucrania: "no lo vamos a permitir y no es aceptable". Y ha insistido en que la entrada de Ucrania en la OTAN sería "una amenaza directa a la soberanía y los intereses de Rusia".
Cambio de paradigma
Lesia Ogryzko, investigadora ucraniana del European Council on Foreign Relations, explica al ARA la profundidad del cambio de paradigma. "La tragedia es que la administración Trump ve a Rusia como parte de la solución, no del problema. Se ven como negociadores entre dos partes en conflicto, no como el aliado de una víctima que representan y que necesita su protección. Esta lógica lleva a la rotura de Estados Unidos con el bloque occidental para reunirse y negociar con un criminal de guerra, algo que Puig". Para la investigadora, "Trump busca desesperadamente un acuerdo rápido y no espera a consultar a los ucranianos ni a los europeos".
Uno de los objetivos de Rusia era que la reunión sirviera para abordar la relajación de las sanciones económicas sobre Moscú a raíz de la guerra. En la delegación rusa en Riad se encuentra Kíril Dimítriev, un inversor de 49 años amigo de la hija de Putin, que no acudió a la reunión con Rubio, pero mantuvo conversaciones paralelas en la capital saudí. Tras afirmar que las energéticas estadounidenses "no tienen ningún motivo para no aprovechar el acceso a los recursos naturales rusos" que le ofrece el Kremlin, Dimítriev dijo que la reunión ha servido para poner en marcha un "diálogo muy positivo y constructivo".
La tragedia es que la administración Trump ve a Rusia como parte de la solución, no del problema ” - Lesia Ogryzko Investigadora ucraniana del European Council on Foreign Relations
Mientras las negociaciones maduran han trascendido pocos detalles, pero el mensaje es unívoco: Moscú y Washington no necesitan el visto bueno de Europa ni de Kiiv para decidir sobre los temas clave de la guerra de Ucrania, como si Kiiv debe entregar una parte del territorio ocupado por Rusia (una quinta parte de la superficie del país) invasión (y otro mordisco de territorio) de Moscú. En Kiiv saben que Putin quiere impedir a cualquier precio que Ucrania pueda decidir su futuro y temen que una paz sin garantías sea sólo una tregua hasta el próximo embate.
La exclusión de Kiiv y sus aliados europeos de la mesa de negociaciones es un triunfo para Putin. Las pistas que ha soltado Trump no son positivas para Ucrania ni para Europa: ha descartado la integración de Ucrania en la OTAN y también la recuperación de todo el territorio invadido por Rusia. Ucrania, Gaza... ¿Por qué Arabia Saudí se ha convertido en un 'hub' diplomático decisivo? El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, en la cumbre del G-20 en Indonesia el año pasado.
Rubio y Lavrov se han visto en el Palacio de Congresos de Diriya, con los responsables de Exteriores de la monarquía saudí de anfitriones. Este formato habría sido impensable hace sólo cinco años, tras el asesinato en el consulado saudí de Estambul del periodista y opositor Jamal Khashoggi, un crimen que motivó condenas en todo el mundo y el enfriamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí. Joe Biden tachó a Bin Salman de "paria", aunque después de ganar las elecciones le visitó en Riad para rehabilitarlo y renovar los acuerdos petroleros.
¿Una paz sin Europa?
Pero por mucho que Trump quiera tirar por el derecho, no parece factible que un acuerdo sin involucrar a Ucrania ni a los socios europeos pueda durar mucho. El politólogo ruso Kirill Shamiev explica al ARA que "no se puede pactar un alto el fuego sin los ucranianos, porque incluso si Estados Unidos retirara su apoyo militar a Ucrania de forma inmediata, seguirían defendiéndose con una guerra de guerrillas que llevaría más derramamiento de sangre". En cuanto a la UE, es preciso tener en cuenta que es Europa quien impone la mayoría de sanciones a Rusia. Para Shamiev, "hay que dejar de hablar de acuerdo de paz y empezar a debatir sobre el marco de seguridad regional que Putin quiere conseguir". "Y ahí los países europeos tienen un papel esencial", recuerda. Por eso piensa que "tarde o temprano los países europeos encontrarán la forma de formar parte de las negociaciones, ya que cuando se llegue a los temas importantes habrá un reconocimiento mutuo".
"Kiiv tiene una posición muy clara en el sentido de que no pactará nada sin Europa", añade Ogryzko. El problema es que Europa no habla con una sola voz, como se ha demostrado en lo que se refiere al envío de tropas. La investigadora defiende la opción de que lo que no se pueda hacer con el apoyo de los Veintisiete se salga adelante con la "coalición de quienes tienen voluntad" de apoyar a Ucrania, que deberían demostrar que están dispuestos a actuar "para que la seguridad del continente sea responsabilidad de los estados europeos".
Ogryzko cree que esto pasa por "incrementar el gasto militar, impulsar el complejo industrial armamentístico y actuar para llenar el vacío de la retirada estadounidense, pero también una estrategia de disuasión de Rusia que combine tropas europeas sobre el terreno y un incremento significativo del apoyo militar a Ucrani".
Zelenski quiere garantías de seguridad
Mientras Estados Unidos y Rusia negociaban sobre su país, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunió en Ankara con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Turquía, como los saudíes, mantiene buenas relaciones tanto con Estados Unidos como con Rusia. "Queremos que se acabe la guerra. Pero queremos que el final se base en determinadas garantías de seguridad. Esperamos que Estados Unidos, la UE, Turquía y toda Europa nos den estas garantías", ha dicho Zelenski en la ceremonia de apertura de la nueva embajada en Turquía. "Nunca, bajo ninguna circunstancia, reconoceremos a nuestros territorios bajo ocupación temporal como parte de Rusia", ha advertido. Zelenski ha anunciado que ha cancelado el viaje que tenía previsto este miércoles a Riad, aunque espera reunirse con una delegación estadounidense a finales de semana en Kiiv.
Es difícil pensar qué garantías de seguridad alternativas a la entrada en la OTAN pueden convencer a los ucranianos: hay acuerdos bilaterales, pero son insuficientes; también la idea de tropas europeas de mantenimiento de paz, pero tampoco existe ningún acuerdo en este sentido; la propuesta de tropas franco británicas difícilmente será real sin apoyo de Estados Unidos, y las demás opciones sobre la mesa, como el envío de soldados chinos, parecen poco realistas. Rusia sigue exigiendo que Ucrania quede fuera de la Alianza Atlántica y por ahora no existe ningún plan alternativo: éste será sin duda uno de los temas clave en la negociación que ahora se abre. La UE evita pedir explícitamente una silla en la mesa de negociación
Tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como el presidente del Consejo Europeo, António Costa, que se reunieron este martes con el delegado de EEUU sobre Ucrania, Keith Kellogg, evitaron pedir explícitamente una silla en la mesa de negociación.
Sin embargo, ambos dirigentes comunitarios apuntaron que quieren estar presentes en las negociaciones que, en estos momentos, están llevando a cabo bilateralmente Washington y Moscú sin contar con Kiiv ni tampoco con Bruselas. En este sentido, Costa y Von der Leyen han asegurado que pretenden trabajar conjuntamente con la Casa Blanca para conseguir una "paz duradera" en Ucrania.